UN SALUDO PARA MI MAMÁ QUE LEE MI BLOG. 


pd: estás quedando lindo blogcito, pero no tengo inspiración.
pd2: aguante los colorados, tengo un trauma, y estoy enamorada de Rupert Grint. 

Límites

Sí, a veces sentía placer cuando me daba cuenta que era su amante y que estaba engañando a su novia. Sí, tengo que admitirlo.
Pero creo que todo tiene un límite, hay una canción de las pastillas que dice que hay que saber cuando parar, y tendría que haberme dado cuenta de eso, tendría que haberme dado cuenta que las cosas tienen un límite, algo que yo no sé diferenciar y hace que todo se me vaya de las manos, porque cuando me creo enamorada(que en realidad ahora pienso que no lo estoy) sé que puedo ser capaz de muchas cosas. 
Porque los amores juveniles son así, absolutos: a todo o nada. Y mis caprichos hicieron que yo quiera conseguir todo.

Todo lo que te lastima el tiempo lo hace durar, hasta que seas consciente que no te hace daño. Yo no se lo digo a nadie pero me di cuenta, que pudo ser peor, que no fue para tanto. 

Maldita caprichosa. 

Loco odio pensar que fui una fuckin caprichosa, que ver a una persona en otros brazos me haya hecho llegar hasta esos límites. Miro lo que pasó hace unos meses desde lejos y puedo asegurar que me sorprendo cada vez más de mi misma, no puedo creer lo que puedo llegar a ser capaz de hacer cuando quiero algo. Es como si mi cabeza no entendiera los límites, como si no pudiera diferenciar entre lo que está bien y lo que está mal. Me asusta pensar hasta donde puedo llegar, no lo quiero pensar tampoco.

A soltar, a desprenderse, a olvidar.

La vida está para adelante, nunca para atrás, es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida, poder cerrar círculos, capítulos, dar vuelta la página. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran? ¿Posibilidades de regresar?(A QUE?)¿Necesidad de aclaraciones?¿Palabras que no se dijeron?¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no,déjalos ir. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni por soberbia, sino, porque tu ya no encajas en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa. Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no HAY NADA A QUÉ VOLVER.


Paulo Coelho